El instante decisivo
Guión de David Morvan y Séverine Tréfouël
Dibujos Sylvain Savoie,
Dossier Thomas Tode
Diábolo, Madrid, 2018.
Este libro gráfico trata sobre la actividad creativa de Henry
Cartier-Bresson, especialmente en el campo de la fotografía. Se compone de dos
partes complementarias: la primera de ellas es un cómic, de Jean David Morvan
(guión) y Sylvain Savoie (dibujo), que
narra esencialmente las vivencias del protagonista entre 1940 y 1945; mientras
que la segunda es un dosier, de Thomas Tode, que incluye un estudio de la obra
del artista y una seductora selección de fotografías suyas, que anteriormente
hemos visto versionadas en diversas viñetas. De este modo se establece un
diálogo entre la historieta y la fotografía como medios que se expresan a
través de la imagen. Interrelación que
tiene varios antecedentes, en especial la antológica El fotógrafo de Guibert, Lefèvre y Lemercier. El fotoperiodismo
genera relatos sintéticos, consigue captar el momento, el instante en que la
composición de las imágenes representan una confluencia del antes y del después
de una secuencia narrativa de la realidad, es esa imagen que nos informa y nos
da pistas sobre lo sucedido previamente y nos abre interrogantes sobre lo que
vendrá a continuación. Ese saber capturar el instante decisivo es un sello
distintivo de la obra fotográfica de Cartier-Bresson, caracterizada además por
una dimensión dinámica que representa el movimiento en suspenso. La fotografía
es un acto inmediato, el dibujo uno premeditado nos dice el mismo protagonista
en una viñeta. Así, en esta obra nuestra mirada contempla dos versiones de la
misma imagen con dos lecturas diferenciadas no sólo en el tratamiento del
espacio y el tiempo sino en el de la luz y las sombras, con dos lecturas a las
que se les exige diferente intensidad y continuidad. Vemos confrontar, y también cooperar, a la
espontaneidad con la elaboración, la
imagen única con la secuencia.
Además de esta doble lectura el relato nos ofrece otros elementos
de interés: el momento histórico en el que se ubica la narración y el papel de Henry Cartier-Bresson en él. Ahora, que la
calificación de fascista o de nazi se ha banalizado y reducido a
descalificación intercambiable, recuperar pedazos de lo que en la realidad
significó el nazismo es más que recomendable, es necesario. En estas viñeta y fotografías se nos habla de
la libertad, de lo que significa perderla y de la lucha por recuperarla. Y es
que el grueso, una buena parte, de la narración narra la relación en aquellos
años del fotógrafo protagonista con los campos de concentración, primero como
prisionero y más tarde tras la derrota de las fuerzas del Eje como reportero.
En la viñetas dibujadas por Savoie nos volvemos a encontrar con los “Stalags”,
que ya recreó en varios de sus libros Tardi, y seguimos los intentos de huida
de los mismos de Cartier–Bresson hasta que finalmente lo consigue. Y ya en 1945, cubre fotográficamente la
liberación del campo de concentración de Dachau, Dassau en el libro, y deja
testimonio del dramatismo de la situación. Sólo una pega: fallos significativos
en la traducción.
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